Eres mi peor enfermedad (PARTE II)

Basta de ver como te dejas caer
Basta de desanimarte
Sin saber que vas a hacer

Basta de ver que no hay más remedio
Basta de llorar tus penas
Sin buscar la solución, sin…

Soñar que un día la vida se portara mejor
Y luego pensar que el tiempo se llevará cualquier dolor

Basta de ver como se pasa el tiempo
Sin una respuesta clara,
Sin saber como reaccionar

Basta de ser la insatisfecha que
Se queja inconsolable
Sin buscar la solución
Sin buscar salidas, sin…

Es verdad, YA BASTA!!! Después de este sábado que fui al concierto de Pierina Less en Antica, volví a escuchar esta canción, una de las tantas que me gustan.
Este mensaje de aliento dicho por una voz tan melodiosa y potente, hizo que llegara mas rápido a mi testaruda cabeza, ella seguía cantando y yo estaba con un proyector en mi mente (como siempre imaginando) relacionándolo con mi torpe vida.

Por eso quise comenzar este post con la letra de “Basta”, ya que fue de inspiración para el nuevo capitulo de esta tu tragicomedia de producción chalaca nacional. Se que superarlo no sucede por arte de magia, como dicen mis amigas: “Si el te habla mañana tu podrías ir corriendo a sus brazos, quedarte como perrito faldero, fiel a pesar de los azotes”. Yo reflexionando lo dicho les respondo:” Los drogadictos y alcohólicos, siempre van a ser unos adictos, bueno…. yo por ahora soy una adicta a el. Eso no quiere decir que no haya cura, por lo contrario es el proceso que estoy empezando, mi tratamiento de superación en el Centro Victoria del día a día”

Debo decir que me va bastante bien, siento que estoy recuperando esa parte de mi personalidad tan fría y sarcástica que tanto me gustaba, ya estoy dejando de escuchar esas canciones satánicas de amor, hechas por Belcebú, ese mismo que se camufla tras esos pañales y alitas haciéndose pasar por el tal “cupido” tratando de flecharte con esa dañina lanza de “amor”, atravesándote el corazón, dejando una huella perenne en ese siempre vital órgano.

Mi lucha sigue, no se cuando termine, espero que pronto. Mis deseos hacia el son los mejores aunque no lo crean, se que va a ser alguien exitoso porque lo poco o mucho que he podido conocer de el me lo he imaginado como “Mi chico quasiperfecto”, el que deseo o mejor dicho, el que deseaba.

Oficialmente en este momento te dejo ir de mis pensamientos, te pongo en una balsa de madera con una vela amarilla para que ilumine tu largo sendero, atravieses las olas de dificultades, no te dejes llevar por las engañosas sirenas y que seas muy pero muy feliz mi príncipe azul, el que en vez de espada y armadura, utiliza un cuchillo y traje blanco. Adiós…